En el mundo de la pintura contemporánea, los artistas Mara Santibáñez y Francisco Cintolesi han trazado un camino poco convencional, uno que nos invita a mirar más allá de lo ordinario y a explorar la belleza oculta en lo inusual. Su exposición conjunta, Tierras Raras, nos lleva por un viaje a través de paisajes y abre la reflexión sobre ¿Qué es el paisaje hoy y cómo lo estamos mirando? Esta exposición nos introduce a una serie de pinturas que exploran paisajes, territorios y trayectos, hablándonos silenciosamente sobre la cotidianidad, la desolación y la riqueza que reside en lo inusual. Estos paisajes representados se revelan como lugares desangelados, desmembrados y, en cierto sentido, territorios raros en sí mismos.

El espacio geográfico no es únicamente el escenario físico en el que se desarrollan los paisajes que contemplamos, sino que también actúa como una construcción cultural intrínseca, en la que el significado y la apreciación de los entornos, que consideramos naturales, dependen en gran medida de la perspectiva humana. Desde aquí es que entendemos que es la pintura quien los trasforma en paisaje. Es el lenguaje pictórico el que nos invita a la reflexión de los que vemos y cómo lo vemos. Inspirados por el hecho de que la interpretación del arte depende de la percepción del artista y su habilidad para representar el mundo, en lugar de simplemente describir paisajes abandonados, Mara y Francisco nos sumergen en la paradoja de su rareza y singularidad.

La noción de un terreno raro en estos paisajes sugiere una sensación de misterio y singularidad, donde lo ordinario se transforma en algo inusual y evocador. Esto invita a múltiples interpretaciones y la contemplación de la relación entre lo natural y lo creado por el ser humano.

Mara Santibáñez, desde su trabajo al óleo, despliega una serie de pinturas que resaltan, no solo por su elección de paisajes, en los que lo singular interrumpe la regularidad, sino también por su proceso creativo. Desde una perspectiva que recuerda a lo pintoresco, subyace la noción del viaje: nunca se pinta el paisaje en sí mismo, sino el que se descubre a través de la travesía del artista, como lo hace Mara para capturar las imágenes de los caminos y costas de la zona central de Chile. Sus obras, que podrían describirse como ‘Enlaces de carretera’, representan lugares de transición y mitigación; lugares que, debido a la intervención humana, dejan a las comunidades locales sin salidas y otorgan una calidad animista al entorno. Estos paisajes están concebidos para ser contemplados desde el interior de un automóvil, y nos proporcionan una perspectiva de estos territorios de aparente transitoriedad, logrando hacer visible aspectos que, en ocasiones, pasamos por alto o damos por sentado.

La paleta cromática personal de la artista se despliega en diferentes formatos, revelando su perspectiva única del paisaje. Un paisaje que se contempla desde la mirada de una viajera que recorre las carreteras de nuestro país, poniendo foco en la particularidad de sus colores, la singularidad de su naturaleza y la riqueza visual que se despliega en cada recodo del camino. La artista nos sumerge en un mundo de matices y tonalidades, donde los colores adquieren una vida propia y los paisajes se convierten en una armonía visual de texturas y formas. Su trabajo de convierte en un gabinete de miradas y de perspectivas de nuestro entorno. Miradas que tienen como foco la representación visual de lo fugaz y que se sostiene en el ejercicio de la pintura al óleo.

La obra de Francisco Cintolesi es un universo que abarca tanto paisajes urbanos como rurales, donde elementos inesperados y situaciones surrealistas se entrelazan con lo real y lo onírico. A través de su lenguaje pictórico, Cintolesi desafía nuestra percepción, provocando una reflexión sobre la singularidad que caracteriza a estos territorios. La iconografía de lo cotidiano presente en su obra nos invita a explorar un mundo en el que la mera descripción cede ante un relato más profundo, uno que va más allá de lo meramente tangible para adentrarse en los misterios humanos y sociales que subyacen en el paisaje.

La técnica de Cintolesi se entrelaza intrincadamente con los objetos que componen sus obras, creando un mundo en el que el ser humano es un actor invisible pero omnipresente. La carga psicológica y la resonancia cromática presentes en sus pinturas abren la puerta a un mundo de sensaciones y reflexiones, instándonos a cuestionar la cotidianidad y la realidad que rodea estos territorios. El foco visual que el artista emplea guía nuestra mirada a lo largo de sus paisajes, invitándonos a explorar las interacciones entre elementos aparentemente inconexos y a descubrir las historias que se ocultan detrás de cada detalle. Su lenguaje pictórico se convierte en una herramienta poderosa para transmitir estas narrativas, permitiéndole comunicar lo inexpresable a través de la pintura.

La exposición Tierras Raras nos invita a explorar la paradoja de la rareza y singularidad que caracteriza a estos paisajes. Lo que podría parecer ordinario se convierte en algo inusual, lo que nos permite explorar múltiples interpretaciones sobre la relación entre lo natural y la creación humana. El corpus de obra, no se limita a capturar la apariencia visual, sino que nos desafía a cuestionar cómo percibimos y experimentamos estos lugares inusuales. Mara Santibáñez y Francisco Cintolesi aportan perspectivas artísticas únicas que profundizan en el diálogo sobre las distintas perspectivas del paisajes contemporáneo. En conjunto, estas visiones enriquecen nuestra comprensión de estos territorios al desafiar las percepciones convencionales y cuestionar la cotidianidad y la realidad en ellos. A través de sus obras, exploran el concepto de paisaje como una construcción mental y cultural, más que una mera representación de la naturaleza.

Macarena Cacciuttolo A